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Mostrando entradas de septiembre, 2008

Cumpleaños Feliz.

Amigo mío, ¿Cómo puedo describir lo que he aprendido de ti todos estos años? ¿Cómo responder de forma adecuada a la riqueza de pensar de forma diferente, de aprender a sentir de forma distinta, de valorar cosas que por mi mismo hubiese sido incapaz de valorar? ¿Qué regalarte en la medida que me has regalado? ¿Cómo llegar a premiar el recorrido de amistad a lo largo de treinta años? ¿Cómo voy a ser capaz de agradecer tus silencios en los momentos de angustia y el placer de compartir mis alegrías cuando la vida me ha sonreído? Eres tú, en el día de tu cumpleaños, quien nos hace a los que te queremos un gran regalo. Porque es Dios, con tu nacimiento, el que ha repartido entre nosotros el don y el privilegio, indispensable para mi, de hacer camino a tu lado. Un fuerte abrazo, querido amigo.

Alta Política.

Frase política del día: "Informo categóricamente a los ciudadanos del país que desde este preciso instante, quedan informados" (comentario atribuido a Pepe Blanco en un breve, pero intenso, momento de lucidez...)

Lluvia de septiembre.

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Hoy Dios toca el piano sobre todas las aceras. Y a cada uno que escucha la sinfonía de sonidos -en forma de gruesas gotas, o chirimiri de rocío fresco-, chocando rítmicamente en el fondo del corazón, le suena diferente. Como aquel niño que se refugia de los rayos, apenas previendo la tormenta que atenazará con fuerza sus decisiones y hará de su libertad, su senda cierta; o aquel que mira a través de los cristales, preguntándose cómo ha podido dejar que sus sueños se le escapasen como gotas de lluvia entre sus dedos; o aquel que luchó y fracasó, y ahora el agua lava las heridas susurrándole al oído que tiene derecho a ser feliz. O aquel que amó con esperanza, y sirvió hasta el anochecer de su vida, sonriendo. Boomp3.com

Nuevo curso.

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Pongo a enfriar septiembre junto al Moët Chandon. Ya vuelvo al trabajo, colorado por el esfuerzo hasta coger velocidad de crucero. He separado los lápices de colores, plastificado los libros y arrancado las telarañas del fondo de mi pupitre de madera. He planchado mi uniforme azul. Hay novedades escritas en la pizarra y nuevos ojos que todo lo leen. Vuelvo a ser tímido; atento. Especialmente vulnerable cuando abro la botella de champán y dejo correr las burbujas de septiembre en el primer día de clase.