Infidelidades.

En el periódico La razón de hoy hay un artículo espeluznante por su contenido. Parece ser que la marca de bebidas Nordick Mist encargó un estudio de mercado sobre la infidelidad entre las parejas españolas, para hacer una campaña publicitaria en la que el lema es "Sé infiel" a tu tónica de siempre.

El resultado de la encuesta es que un 46 por ciento de los encuestados admitieron haber sido infieles a su pareja. Las motivaciones de tal comportamiento en los hombres es "por cambiar", "por probar otras cosas", y en las mujeres, "por venganza", o por "sentirse solas". Desgrana el periódico varios resultados a las no menos asombrosas variaciones del cuestionario, en las que no voy a entrar, por higiene mental y porque no me da la gana.

Cuarenta y seis por ciento de palomos picoteando en palomar ajeno. Atragantándose de alpiste. Se dice pronto. Tanta libertad esconde ¡tantos! fracasos. Porque ante la tranquila y atemperada asunción de infidelidades (jaja, qué divertido), se esconden matrimonios descompuestos, hijos traumatizados y vidas destrozadas. Y la sociedad que entre todos hemos creado les rinde pleitesía. Son primeras figuras en los platós de televisión. Esbozan una sonrisa ante el compañero de trabajo, la amiga de la infancia o el interfecto/a con el que se van a enrollar, mientras se tambalean y hacen sufrir a sus respectivos/as y a los que vienen detrás.

Pues váyase usted a la porra, oiga.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Y quien no ha sentido la tentacion de ser infiel. Ojos que no ven corazon que no llora y tan felices.

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