El corazón.


Nacho, 4 años recién cumpliditos, observa cómo mi mujer (médico) ausculta el pecho de su hermano pequeño con el fonendo. ¡Mamá, yo también quiero!
-Bien, Nacho, escucha...
- Uiiii, halaaaaa...
Se queda pensativo un momento, y lanza la pregunta:
- Mamá, ¿Donde está Jesús?
No puedes acostumbrarte a las preguntas de los niños. Como te descolocan, sabes que has de preguntar tú para seguir el hilo de sus pensamientos.
-¿Y esa pregunta, hijo?
- ¿En qué parte del corazón de mi hermano está? Porque Jesús está en todos los corazones, ¿verdad, mamá?

Comentarios

Angelo ha dicho que…
Genial. Llevo unos días en que leo varias anécdotas de niños que me dejan perplejo. Ellos captan la sencillez, la verdad, la pureza de las cosas como ningunos. Me estoy planteando recogerlas todas en un cuaderno. Son muy interesantes y enriquecedoras. Gracias por compartir la vuestra
Natalia Pastor ha dicho que…
Siempre he pensado, que no hay nada más genial que las preguntas de los niños.
Esas preguntas a quemarropa, súbitas, que te pillan con la guardia baja y que desvelan la profundidad del pensamiento y de los sentimientos.
Como dice Ángel "ellos captan la sencillez, la verdad, la pureza de las cosas como nadie".

Saludos.
Guerrera de la LUZ ha dicho que…
Es que son nuestros maestros.

Gloria al Señor por nuestros hijos. Son una pasada.

Besos.

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