Como muchas personas del mundo mundial, utilizo el ordenador para trabajar, organizar fotos, llevar la agenda al día, oir música y conectarme a Internet, por apuntar unas cuantas tareas. Hoy mi portátil, por alguna razón indescifrable, no arranca. He probado un montón de truquitos, estratagemas y depuraciones varias y he de decir, sin lugar a dudas, que el puñetero portátil, con winekispé a la cabeza, se ha pitorreado de mi ímprobo esfuerzo. Alá lo confunda. Y al Bill Puertas, con su sistema operativo "ventanas", también, de paso. Menos mal que queda el ordenador de sobremesa. Aunque estaría bastante más animado si hubiese hecho un backup hace nada, en vez de hacerlo hace seis meses. Tendré que recurrir a la ayuda profesional del vecino del 4º. Ahora en vez de poseer cajas fuertes, tenemos jeroglíficos embutidos en discos duros. Las cartas de amor guardadas en una caja de zapatos en lo más profundo del armario se han convertido en carpetas y archivos .txt. Las fotos personale...