Año nuevo para todos.
Abro año nuevo. Paso página de muchas cosas y estreno agenda de tapas negras. No es el cuadernillo azul de Aznar, ni el block de anillas rojo de Zapatero; es solamente mi agenda de trabajo y apuntes diario.
Efectivamente, no es que sea gran cosa. A mí me gustaría llenar sus páginas de detalles asombrosos, de bocetos a plumilla y garabatos en las solapas, con anotaciones al margen destacando la importancia de éste o aquel acontecimiento imprevisto, marcando con avidez mi pequeño mundo. El caso es que al terminar los sucesivos años, las tapas negras se vuelven grises, y las hojas blancas amarillean.
Ah!, pero esta flamante agenda de tapas negras es nueva. Se me ofrece una nueva oportunidad de llenarla de detalles, bocetos y anotaciones al margen que me parezcan en ese momento importantes y duraderas.... aunque con el paso del tiempo sean de nuevo ceniza mis palabras y aire mis dibujos.
Así cojo con tantas ganas el Año Nuevo: sabiendo que toda iniciativa tiene sentido porque no dependo del caprichoso devenir del Tiempo.
Un día, mis desaparecidas agendas serán un libro abierto.
Comentarios
En fin, amigo mío, ¡feliz año nuevo!
Es preguntarse por las cosas que ocurrirán, las que dejarán de ocurrir y las que ya no podrán ocurrir.
Es abrir una ventana al futuro. E imaginar los bocetos y anotaciones. No importa que más adelante no aprezcan en la agenda. Fueron imaginados sin ser escritos.
A mi volver a leer mis letras del pasado me provoca más de una sonrisa.
Una tristeza, una alegría o una sorpresa: libreta. Es genial.
vaya tela...
No se te escapa una...
Y, por si a pesar de tu profundo análisis no lo hubieras notado, te adelanto que a mí me encanta este blog.