Instrucciones para románticos empedernidos.
Acércate a la mesa, recopila papel y pluma,
esmérate en la caligrafía, contén la respiración.
Escríbelo, por fin escríbelo.
Coge un sobre y apunta su dirección.
Ve corriendo a la Oficina de Correos,
(no dejes que pueda contigo la emoción)
estampa un beso, y envíalo.
Ahora sonríe; y no esperes contestación.
Comentarios
Que tiempos aquellos.....
Y ahora cuatro retoños son el fruto de un impulso inconsecuente!!
Jajajaja