Gripe Z

Es un decir. Porque no sé exactamente el tipo de gripe que he cogido en el Puente del Pilar, pero ha sido volver a Madrid, y caer postrado ante un virus maléfico. Puedo asegurar que es más fuerte de lo normal; la sintomatología coincide con la izquierda política más aparatosa y cavernaria.

Tengo mis dudas que la famosa gripe A no sea un sucedáneo inventado en los laboratorios del ex-ministro de Sanidad, Bernat Soria. Es por todos conocido su afición a experimentar con las cosas pequeñitas, eliminando lo sobrante, aunque la basura desechable sean seres humanos. Digo yo que en una conversación a tres bandas, Aído, Bernat y de la Vega, se han puesto de acuerdo en una estrategia de tipo vírica, con el objetivo de que llegue al más amplio espectro de población, y desviar la atención sobre la crisis económica. Deben pensar que, al estar rendido en cama, se gasta menos, y así aumenta el ahorro de las familias.

Puedo dejar pasar el hecho de que mi teoría sea una estupidez provocada por las altas fiebres que padezco al escribir estas líneas. Puedo olvidar por un momento el Nobel a Obama, constatación empírica de que las estupideces son reales y no imaginarias. Pero lo que no voy a perdonar a la Gripe Z es la posibilidad de que me vea privado de asistir a la manifestación del 17-0 por el Derecho a Vivir este sábado.

¡Ay!.. pero qué malito estoy...